La cirugía más demandada en rinoplastia es la reducción del dorso, conocido como caballete o giba nasal.
Clásicamente su extirpación se realiza mediante bisturí y tijeras en su parte cartilaginosa y con escoplo, sierra o lima en su porción ósea.
Exéresis de la giba y reconstrucción del dorso nasal
El dorso óseo también se puede reducir con aparatos motorizados como fresas y piezoeléctrico (ultrasonidos), la exéresis de la giba conlleva un segundo tiempo de reconstrucción del defecto creado mediante la utilización de injertos conocidos como spreader grafts o spreaders flaps (injertos espansores).
Para evitar el colapso a nivel de la porción cartilaginosa que da lugar al aspecto de nariz pinzada o en V invertida, otro de los problemas o complicaciones de la extirpación del caballete son la aparición de irregularidades como consecuencia de la cicatrización o de defecto en la técnica quirúrgica.
Además esta exéresis del caballete puede generar problemas funcionales al estrechar el ángulo de la válvula nasal, generando problemas respiratorios que antes no existían.
Técnica push down
En 1946 el Dr. Cottle, describe una técnica de reducción del dorso nasal con fines funcionales en aquellas narices con tanto caballete que las narinas son muy verticales y el ángulo valvular muy estrecho.
La técnica conocida como push down consiste en hundir el dorso osteocartilaginoso, impactándolo contra el macizo facial previa fractura controlada de toda la pirámide ósea de la nariz.
Mediante esta técnica se puede reducir caballetes de 2 a 8 mm de altura, evitando alteraciones en la función nasal, deformidades en V invertida e irregularidades en la superficie del dorso.
Beneficios a nivel estético y funcional
Nosotros aprendimos esta técnica del mano de uno de los últimos discípulos de Cottle, el Dr. José María Fabra durante nuestra estancia en la Unidad de Rinologia del Hospital de La Santa Creu i Sant Pau de Barcelona en el año 1998. En principio su uso estaba relegado a solucionar problemas funcionales en la nariz a tensión.
Hoy en día mediante la modificación de la técnica descrita por Cottle vuelve a estar en boga debido a sus beneficios a nivel estético y funcional y a su abordaje cerrado que evita las cicatrices en la piel de la nariz.
Resultados estéticos naturales
No todos los pacientes son candidatos de esta técnica, pero en aquellos que los son, los resultados estéticos son extremadamente naturales a nivel del dorso nasal.
Cirujanos especialista en Ortorrinolaringología
Para llevar a cabo esta técnica, el cirujano debe tener mucha experiencia en el abordaje cerrado de la nariz y en el uso de la endoscopia nasal, de la que no apoyamos a la hora de extirpar porciones de cartílago y hueso por debajo de la bóveda nasal.
Es por ello que la mayoría de los cirujanos de nariz que la llevan a cabo se han formado como cirujanos especialista en Ortorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, específicamente en el área de la Rinología, como es mi caso.